Las ideas no tienen forma, pero dan forma a tu vida

Una idea es amorfa, surge de la nada y se va construyendo, proviene de las ganas y de la dirección que cada humanoide le da. Una idea permite soñar, crecer, vivir, viajar, avanzar, pero cuidado, una idea también puede estancar, reducir, frenar un camino. Hay ideas constructivas y otras destructivas.

El joven aprendiz iba tomando nota de los pasos necesarios para encontrar el triunfo. Primero la capacidad de adaptación y segundo la motivación. Por ahora, lo había aprendido de memoria, pero no lo había integrado y mucho menos practicado. Confundido aún, ya que los conceptos le parecían vagos, se dirigió a Henrytustra para aclarar sus dudas.

-Maestro, todavía no logro conciliar esos conceptos. No veo en la práctica cómo me pueden ayudar a encontrar el triunfo, la gloria, el éxito.

-Ves demasiado cerca. Los humanoides que ven los objetos de cerca se quedan bloqueados en aspectos superficiales de la vida. Solo ven lo concreto y ese muro les impide ver más allá, aquellas cosas que se encuentran ocultas y que hay que desanidar para poder apreciarlas. Debes caminar el camino, ese camino nadie lo hace por ti.

-Maestro, tienes el don de la metáfora, pero algunos humanoides necesitamos comprender de forma práctica, con conceptos básicos. Dime cuál es el secreto para obtener el éxito en cosas concretas como el dinero y muchos autos.

-Esa es la idea, mi joven aprendiz, es en la idea donde encuentras el secreto. El humanoide se concentra en los objetos y se olvida de las ideas. El paso es la idea. Fecunda una idea única y original. Encuentra en tu potencial una idea que sea tuya y que puedas trabajar durante mucho tiempo. Visualiza la idea de un proyecto que nadie haya hecho en la faz de la tierra. El triunfo va asociado con muchas ideas. Las ideas se van fecundando y van creciendo, dándole forma a la creatividad y, por consiguiente, a la creación de algo bello. Una idea conlleva a otra más avanzada y así, muchas ideas se van grapando, formando ese proyecto maravilloso. Pregúntale a un pintor cuando empieza su cuadro, la primera pincelada parte de una idea que va tomando forma; un escritor toma una idea inicial y la teje en cada una de sus páginas; un psicólogo apuntala sus ideas en cada sesión; un constructor coloca su primera piedra sobre un cimiento de ideas. Fecunda tu idea única y original. Esfuérzate por encontrar la idea que lleve tu sello, aquella por la cual serás reconocido. Si logras encontrar esa idea, no has llegado al triunfo, pero vas por buen camino. Así hablaba Henry Mosquera.

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