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En muchos casos, una personalidad que demuestra extremos de limpieza y organización puede estar encerrada en una lucha por lavar sus penas y dolores. Nada en la vida de los humanoides es tan reluciente como parece.
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Y así, Henrytustra llegó a la casa de la personalidad obsesivo-compulsiva. En su exterior se observaba una construcción modesta, los barrotes de las ventanas estaban ubicados de forma vertical, alineándose entre sí. Llamaba la atención el orden y la limpieza de aquella morada que no ostentaba lujos. Aunque el andén era de cemento, se veía sumamente limpio, seguramente alguien se preocupaba por mostrar la pulcritud de esta casa.
La personalidad obsesivo-compulsiva se puso unos guantes blancos de seda, abrió las cuatro cerraduras instaladas en la puerta y condujo a su invitado al gran salón. El gran salón reflejaba una inmaculada limpieza, los pisos de madera estaban relucientes; las cerraduras habían sido pulidas con brillo metálico, esta era una de las razones por las que esta personalidad usaba guantes.
La personalidad obsesivo-compulsiva parecía ansiosa cada vez que su invitado tomaba la taza de té. Henrytustra sentía que la angustia provenía del temor a que una gota cayera sobre el sofá blanco. Los movimientos del invitado eran controlados con la mirada de forma inconsciente, aunque para él pesaban como un elefante en el salón. En ese incómodo momento, se dio una sincronización, cruzaron miradas, preguntándose quién establecería los límites. La personalidad obsesivo-compulsiva se expresó de esta manera:
-Para mí, hay cosas que son negociables y otras que no. Como puedes observar, este salón es mi presentación personal. Soy sumamente meticuloso con la limpieza. Trata de no moverte mucho, todo está sumamente limpio. Yo limpio por fuera, el trabajo de limpiar por dentro te lo dejo a ti.
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La personalidad obsesivo-compulsiva lucha constantemente contra la ansiedad generada por la desorganización y la suciedad. Para esta personalidad, los elementos que pueden causar suciedad perturban su mundo interno, lo que desencadena patrones de limpieza. Este tipo de personalidad se presenta de manera impecable. Generalmente, usan colores claros en su vestimenta para poder detectar lo que se ensucia y actuar rápidamente en su limpieza. Desde una perspectiva psicodinámica, se observan fijaciones anales significativas en esta personalidad que generan el deseo de limpiar constantemente su materia fecal.
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Henrytustra notó de inmediato que era pertinente moverse con delicadeza y atención. La personalidad obsesivo-compulsiva parecía compleja y complicada en esos dominios, sin embargo, satisfacer completamente a esta personalidad era extremadamente restrictivo en términos de movilidad. Con el fin de reducir la tensión, Henrytustra se expresó de esta manera:
-Puedo observar que tu carta de presentación es la limpieza y la organización. Estos comportamientos te defienden con el objetivo de reducir la ansiedad que causan los fenómenos opuestos de suciedad y desorganización. Tu bloqueo se encuentra en el miedo a desorganizarte. Cambiar patrones, cambiar circuitos te desorienta; cuando eso ocurre, corres a limpiar y organizar tu pequeño mundo. Intenta desbloquearte. Corre riesgos, pequeños riesgos, y disfruta del momento de desorganización. Recuerda que quien no rompe un huevo no saca un pollo. Así hablaba Henrytustra.